Edurne Pasaban

18.10.2012 02:49

Nació el 1 de agosto de 1973 en Tolosa, ciudad guipuzcoana rodeada de montes, quizás por eso le surgió la afición por el alpinismo. A pesar de que siempre le interesó el alpinismo, ya en su Tolosa natal se dedicaba a ello desde los 14 años, nunca pensó dedicarse plenamente a ello. Por eso mismo estudió Ingeniería Industrial para así ayudar en la empresa familiar, dedicada a la construcción de maquinaria, compaginándolo con los entrenamientos planificados desde el centro Kemen de Lazkao., actividad que realizó durante 4 años. Asimismo, también realizó un MBA en el ESADE de Barcelona.

Su afición por la montaña comenzó desde muy joven gracias a sus padres. A los 14 años comenzó a escalar en roca en el club de montaña de Tolosa y poco a poco se fue adentrando en el mundo del alpinismo realizando ascensiones de mayor dificultad, como a los Pirineos, los Alpes (en ambos pasaba sus vacaciones), los Andes y el Himalaya. En 1989, a los 16 años, viajó por primera vez a los Alpes, donde ascendió el MontBlanc (4.810 metros), el Cervino (4.478 m.) y el Monte Rosa (4.614 m.). Con sólo 17 años llegó a la cumbre del Volcán Chimborazo, de 6.310 m. En 1994, con 21 años, de nuevo en Ecuador, al Chimborazo le sumó el Cotopaxi (5.897 m.), el Tungurahua (5.016 m.) y el Guagua Pichincha (4.971 m.). En 1996 se trasladó hasta la Cordillera Blanca de Perú y entre otras montañas holló el Nevado Ishinca (5.530 m.) y el Urús (5.495 m.).

Pero gracias a la buena situación económica de su familia, Edurne pudo dedicarse en pleno a su pasión por el alpinismo. Su primer intento en alcanzar un ochomil fue en 1998, cuando puso todos sus esfuerzos en culminar el Dhaulagiri; pero este intento fracasó a tan sólo 272 metros de la cima. Fue necesario un intento más, para que finalmente en el 2008, diez años más tarde, consiguiera alzar la bandera en esta cumbre.

El punto de inflexión llegó, sin embargo, en 2001, cuando fue propuesta como miembro de una expedición al Everest. Era una oportunidad única en la vida: escalar un pico de más de ocho mil metros es una experiencia que pocos montañeros pueden permitirse; pero verse cara a cara con el techo del mundo - es un sueño hecho realidad.

En aquel momento Edurne, a sus 28 años, era una perfecta desconocida en el mundo montañero. Pero cuando regresó a casa, llevaba la cumbre en el bolsillo. Y la adicción al Himalaya en las venas – tenía que regresar.

Su primera gran ascensión tuvo lugar en el 2001 cuando consiguió subir hasta el Himalaya sin oxígeno. En el 2004 logró romper con la maldición que parecía sufrir cada mujer que subía al K2: morir en la bajada. Edurne no sólo obtuvo otro ochomil más, sino que descendió del K2, convirtiéndose así en la primera mujer que lo lograba. Pero el precio que pagó no fue poco. Sufrió la amputación de dos de sus falanges a causa de congelamiento.

Este hecho hizo que Edurne sufriría una terrible depresión, que ni siquiera la otorgación del premio a Mejor Deportista del Año, concedido por el Comité Olímpico Español, en el 2005 logró sacarle del agujero en el que se había metido. Otros de los logros y premios que ha conseguido son el Premio a la mayor gesta deportiva del año para la Diputación Foral de Guipúzcoa en 2001; y Premio deportivo de la Fundación Sabino Arana en el 2002.

Se ha convertido en la primera mujer en lograr los 14 ochomiles.

Cronología de los ascensos:

Everest (2001)
Makalu (2002)
Cho Oyu (2002)
Lhotse (2003)
Gasherbrum II (2003)
Gasherbrum I (2003)
K2 (2004)
Nanga Parbat (2005)
Broad Peak (2007)
Dhaulagiri (2008)
Manaslu (2008)
Kangchenjunga (2009)
Annapurna (2010)
Shisha Pangma (2010)