Gerlinde kaltenbrunner, la primera mujer en lograr 14 ochomiles sin oxigeno

16.10.2012 17:52

 

El corredor de los Japoneses, en la cara Norte del K2

El año pasado martes, 23 Agosto 2011 a las 6.18 pm horas locales, Gerlinde (Kaltenbrunner) alcanzó la cima del K2, Maxut (Zhumayev), Vassiliy (Pivtsov) y Darek (Zaluski) la han seguido muy cerca”. El escueto comunicado emitido por la expedición de la alpinista austriaca hace unos momentos anuncia una de las noticias más importantes del año en lo que al alpinismo se refiere.

Después de nueve días seguidos de interminable escalada y de más de dos meses de permanencia en la montaña, el potente cuarteto internacional de himalayistas ha alcanzado la cima del K2, montaña que con 8.611 metros es la segunda más elevada del mundo, justo detrás del Everest. De esta manera Gerlinde y los dos kazajos han logrado completar subir a los 14 ochomiles, challenge que hasta ese momento sólo habían logrado 24 alpinistas, siendo la austriaca la tercera mujer en hacerlo.
 
Gerlinde, comunicó por radio al campamento base su deseo de dar las gracias a cuantos han estado con ella y sus compañeros durante las extenuantes horas que han precedido el momento de alcanzar la cima.”Quiero agradecer el apoyo mental de todos, es algo que he sentido con claridad y que, literalmente, me ha llevado hasta la cima”, dijo emocionada desde lo más alto.
"¡Cruzar los dedos!". Con estas palabras Gerlinde Kaltenbrunner concluyó el comunicado que el pasado domingo colgó en su página web. En efecto, el lugar y las circunstancias en que se encontraba la alpinista austriaca, junto con sus compañeros de escalada el polaco Darek Zaluski y los kazajos Vassiliy Pivtsov and Maxut Zhumayev, exige contar con un elevado porcentaje de fortuna y buena suerte. Sin duda alguna que hasta el momento de pisar cima la han tenido.
Aunque no todo ha concluido. Desde el campamento señalan que “a pesar de este gran logro, todos sabemos que el equipo aún tiene que llegar a su campamento con seguridad y les deseamos todo lo mejor en el descenso”.
 
Cuando hace dos días Kaltenbrunner pidió suerte desde su web, se encontraba en el campamento 4 de la cara Norte del K2, un nido de águilas colgado de la nieve y el hielo a 8.300 metros en la pared más remota de la montaña más salvaje que existe en la Tierra. Encima suyo, un empinado corredor de nieve costra sumamente peligroso e inestable, les esperaba.
 
El corredor de los japoneses es el paso clave que conduce a los 8,611 metros que alcanza la segunda cima más elevada de la Tierra y, sin duda, el más difícil de los 14 ochomiles. Se trata de un vertical tramo de nieve y hielo que en ocasiones supera los 45º de inclinación. El estado en que lo encontraron la austriaca y sus acompañantes distaba mucho de las mejores condiciones.
 
El tiempo fue perfecto, pero Gerlinde informó que el terreno estaba sumamente inestable: una capa de nieve costra chapaba el corredor; se trata de polvo suelto cubierto por una corteza más dura producida por el viento y el frío de tan altas cotas, que se hunde con el peso de los escaladores.
 
El estado del corredor exigió a los cinco alpinistas equiparlo con cuerdas fijas, asunto en el que emplearon todo el pasado lunes 22 de agosto. Después de una noche fría en el campamento 4, lograron instalar cuerdas fijas a lo largo de una agotadora jornada que comenzó para los escaladores a las 6 de la mañana. Tras ello se retiraron a descansar unas horas en su precario refugio.
 
Desde el campamento base, situado al pie de la montaña, el escalador alemán Ralf Dujmovits, esposo de Kaltenbrunner, señaló: "Esperamos que las condiciones sean mejores en el lado izquierdo del corredor, ya que el sol da más tiempo en esa parte". Dujmovits, quien ya ha subido a los 14 ochomiles, acompañaba a la austriaca en la primera parte de la expedición, pero tuvo que retirarse hace unos días por causa de las exigencias extremas de esta escalada.
 
El frío les hizo regresar la última noche
 
Después de pasar una noche heladora en el incómodo campamento a 8.300 metros, Gerlinde y sus compañeros salieron rumbo a la cima a la 1.00 horas de esta madrugada. Apenas llevaban media hora de escalada cuando el intenso frío, por debajo de –25º, les produjo insensibilidad en manos y pies. Los cuatro decidieron regresar a las tiendas para calentarse. Allí aguardaron hasta las 7.30 horas locales, momento en que volvieron a salir hacia lo alto.
 
A las 11.15 horas, siempre locales, Kaltenbrunner contactó con Dujmovits en el campamento base, señalando que se encontraban bien, a una altura de 8.400 metros, aunque el frío les estaba causando serios problemas, hasta el punto de que habían decidido esperar allí y aguardar a que el sol les alcanzase para calentarse un poco.
 
Cuarenta y cinco minutos más tarde, los ansiados rayos solares les permitieron continuar su camino hacia la cima. El siguiente comunicado de la expedición lo envió Dujmovits a las 4.30 pm locales. El informe señala que los cuatro escaladores “están a punto de alcanzar la cresta cimera”. También cuenta que la gruesa de capa de nieve acumulada en lo alto del K2 “les está poniendo las cosas muy difíciles”.
 
Gracias a potentes lentes, desde el campamento base pudieron ver las dificultades que les ofreció una nieve en extremo profunda. Aún tardarían una hora en alcanzar la citada cresta. Desde allí hasta el punto culminante emplearon poco más de quince minutos, sin duda el viento reinante en aquellas alturas había despejado la arista de nieve.
 
El mejor estilo de todas
 
Kaltenbrunner se convierte de esta manera en la tercera mujer en alcanzar los 14, aunque su historial debe ser resaltado. La austriaca ha realizado esta escalada tal de la misma manera que ha subido al resto de ochomiles: con un estilo denominado by fair means, es decir limpio y sin ayudas artificiales y que comenzó en 1998 con la ascensión del Cho Oyu..
En el K2 ha estado en una expedición ligera, sin sherpas ni porteadores de altura, equipando la ruta los propios escaladores y sin utilizar oxígeno embotellado en ninguna de sus escaladas. El ascenso de Gerlinde está muy alejado de los protagonizados por la alpinista coreana Oh Eun Sun y la española Edurne Pasaban, ambas también con las 14 cimas en sus mochilas.
 
Mientras que sobre la asiática, primera mujer en subir los 14 ochomiles, existen dudas de que realmente alcanzase la cima del Kangchenjunga, Pasabán realizó los ascensos del Everest y el Kangchenjunga con oxígeno embotellado, ayuda artificial decisiva y equiparada por la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo al doping, mientras que el resto de las subidas a estos picos las ha realizado por las rutas normales y dentro de expediciones pesadas, fuertemente apoyada por sherpas y su equipo personal de escaladores.

Tomado de: elmundo.es