Técnica de Rapel

09.12.2012 14:35
Aviso!: Antes de empezar indicar que este articulo no capacita al lector para poder realizar descensos en rapel. Esta técnica es potencialmente peligrosa y debe realizarse bajo la supervision de una persona experimentada.

Para seguir un orden cronológico describiré los pasos a seguir al realizar un descenso en rapel.

Equiparse, empieza la acción

Aquí sobretodo me refiero a disponer del material para el rapel a mano y controlado (el resto de material que no sea necesario se debe guardar en la mochila)

Al escalar esto no suele ser un problema, en crestas o rapeles eventuales podemos progresar sin cuerdas y una vez llegamos a la brecha, pared, etc. equiparnos para rapelar, en estos casos es mejor equiparnos en una zona sin peligros, cómoda. El material (ocho, placas, frenos, etc.) lo colocaremos en un lugar accesible, en estos casos es bueno tener hábitos. Yo chapo mi probador siempre por la derecha, lo cojo sin pensar, el shunt siempre lo llevo en el porta material trasero de la derecha, con los HMS y los cordinos, la idea es saber donde están las cosas, así evitaremos perdidas accidentales.

En cuanto a la cuerda debemos tener la cuerda lo más desenredada posible, no liada por el suelo de cualquier forma.

Si vamos a realizar más de un rapel el primero debe descender con el material necesario para montar el siguiente anclaje, ya que deberá autoasegurarse a él mientras el resto desciende.

Autoasegurarse, maniobrar seguros

Para este menester existen distintas fórmulas. Si hemos finalizado una vía posiblemente estaremos autoasegurados a una reunión desde la que descenderemos, por lo que lo normal es estar unidos a ella mediante un nudo ballestrinque (o un single hook stich) con la misma cuerda. Con este sistema debemos tener en cuenta que necesitamos lanzar el extremo de la cuerda por lo que necesitaremos otro sistema de autoseguro. Si vamos a iniciar el rapel y no disponemos de ningún punto de anclaje, una vez coloquemos el primero nos autoaseguraremos y seguiremos montando la instalación.

Normalmente se utilizan cintas express (ojo con las posibles aberturas accidentales, mejor si tiene los dos mosquetones se seguro), una cinta unida al arnés con un alondra y mosquetón de seguro o con un probador (o daisy chain), cuestión de gustos.

Reforzar los anclajes, nuestra seguridad lo primero

Poco que decir, si la instalación por la que vamos a rapelar no es suficientemente segura debemos reforzarla (cordinos o cintas deteriorada, anclajes poco sólidos, etc.). ¿Cuanto vale nuestra vida? Una cinta y un mallol no cuestan más de 10€, no seamos tácaños.

Preparar la cuerda

Normalmente se rapela en doble, en simple sólo se desciende en escuelas donde se recupera la cuerda andando y como método de fortuna, por lo que tenemos 2 opciones:

a) Rapelar con la mitad de la cuerda (máximo serán 35m, con cuerdas de 70m, pero lo habitual serán 25-30m que corresponden a los metrajes típicos de 50-60m).

En este caso es importante identificar el cento de la cuerda, si la cuerda no esta marcada lo mejor es comprar o pedir prestado un rotulador especial ideado para el marcaje, dejaos de experimentos de rotuladores indelebles y esparadrapos

b) Rapelar con 2 cuerdas unidas (50-60m). Sobre como unir las cuerdas hay diferentes tendencias, que es lo mismo que discutir sobre los tres nudos utilizados, la gaza, el pescador doble o triple y ocho de unión (ocho por seno). Desde luego no esta por demas decirlo que habra que aprender a hacerlos y practicarlos con antelación, si es bajo la supervision de un instructor aun mejor.

Básicamente lo que se busca es un nudo resistente que no deslice, que no se pueda empotrar y que sea sencillo de deshacer. Como se imaginan todo no puede ser.

El nudo de gaza, tiene la ventaja frente a los otros que no engancha tan fácilmente ya que corre perpendicularmente, evitando posibles empotramientos. La coca del nudo no está en la línea de unión, sino sobre ella. El problema es que este nudo tiende a deslizar bajo tensión (y eso es un problema), por lo que se recomienda que los extremos tengan un mínimo de 30cm.

En cuanto a los otros dos, ambos poseen el inconveniente de poder quedar empotrados por la disposición de la coca del nudo, pero por contra son mucho más resistentes que el anterior ya que estos no deslizan, pero si azocan bastante y cuesta de deshacer. Hay quien pasa uno de los extremos por dentro de la coca para facilitar el desanudado.

Si tenéis que elegir un nudo, lo más recomendable, en cuanto a resistencia, es el pescador triple.

Se utilice la opción que se utilice al final se debe hacer es pasar la mitad de la cuerda por el anclaje (mallol, mosquetón, químico, etc.).

Si se ha sido ordenado esto será un juego de niños, tan sencillo como chapar la cuerda por la mitad y colocar el mosquetón en el anclaje, si se rapela desde un químico, una argolla o una anilla no hay mas remedio que pasar la mitad de la cuerda (ojo con los extremos, es bueno anudar uno). Si no se es ordenado esta operación puede ser un desastre (líos de la cuerda, nudos accidentales, etc.). Este es un buen momento para verificar que no exista ningún nudo traicionero (sino tendremos una sorpresa al rapelar).

Con las cuerdas anudadas el nudo se sitúa en el lado más próximo a la pared, si ambas cuerdas quedan paralelas (Ej. Rapel desde químicos, etc.) no importa, lo que si importa es recordar en todos los casos donde esta orientado el nudo de unión para su posterior recuperación.

Para finalizar, en los extremos de cuerda se suele realizar un nudo de ocho por seno, un nueve o incluso un franciscano como nudo de tope con el objetivo de aumentar nuestra seguridad. Si cayéramos hasta el final de la cuerda estos nudos harían de tope y evitarían un desastre. Igualmente se debe tener en cuenta que estos nudos pueden quedar empotrados en grietas causando problemas.

Lanzar la cuerda

Una vez tenemos el centro de la cuerda pasado por el anclaje, es el momento de prepararla para lanzarla.

Lo primero que se debe hacer es bloquear el centro de la cuerda. Yo suelo realizar un nudo de fuga, ya que es sencillo de deshacer. Esta simple maniobra nos permite poder recuperar independientemente una cuerda sin afectar a la otra.

Para realizar el lanzamiento tenemos que recoger la cuerda desde el centro formando brazadas con cada mitad, como cuando se pliega. Al final tendremos 4 brazadas, 2 en cada extremo. Se lanzarán primero la lazada que está más cerca del anclaje y después la del extremo bien desenrolladas, con fuerza, formando un amplio arco evitando la formación de bucles, y a continuación se repite la misma operación con la otra mitad de la cuerda. Esto evita la formación de rizos y enredos.

Si sopla viento conviene unir los extremos de la cuerda y lastrarla para que el viento no las arrastre y puedan engancharse.

A pesar de todas estas precauciones no siempre podremos evitar la formación de rizos y enredos, por lo que nos podemos ver obligados a tener que recoger la cuerda y volverla a lanzar, pero en ocasiones no tendremos más remedio que desliarlas sobre la marcha al ir rapelando (sobretodo el primero en rapelar).

Si nos encontramos en una zona concurrida, antes de lanzar la cuerda se debe dar el típico aviso de ¡Cuerda!

El orden del descenso, ¿quien primero?

Lo habitual es que el primero en descender sea el más experimentado, de esta forma podrá dirigir correctamente la cuerda evitando empotramientos, deshará posibles enredos, etc. pero no siempre será de esta forma, en ciertas situaciones el más experimentado puede que descienda en último lugar porque sea necesario realizar alguna maniobra compleja, como realizar un descenso con descuelgue de seguridad, descender en simple porque la cuerda doble no llega al suelo (rapel con contrapeso), descensos con tres cuerdas, etc. pero como estas situaciones son comprometidas y el sentido común nos indicará el orden del descenso correcto.

Colocar el descensor

El descensor es mecanismo que permite disminuir la velocidad de descenso gracias a la fricción ejercida por la cuerda sobre su superficie permitiendo un descenso controlado. Lo lógico seria unirlo al arnés y ya esta pero par aumentar la seguridad el descensor se combina con un sistema autoblocante por lo que existen dos posibilidades de colocación del descensor en relación al autoblocante:

a) Por encima: Este es el caso más habitual, el descensor se une a un fusible (express larga, cinta o probador) para que el descensor quede a la altura del cuello. Este sistema requiere atención por parte de la persona que desciende debido al peligro que el descensor se engancharse con el pelo (motivo la gente con pelo largo mejor rapelar con coleta.), una bufanda o alguna pieza de ropa accidentalmente. Por otro lado este sistema permite realizar maniobras de rescate por bloqueo del descensor sin la necesidad de cortar la cuerda, se corta el fusible (especialmente es útil en barrancos).

b) Por debajo, unido al anillo del arnés: Este es un caso especial, o no tanto. Se utiliza en placas tumbadas ya que en caso de caída nuestro cuerpo caería sobre el autoblocante pudiendo inutilizarlo (especialmente si utilizamos un sistema mecánico tipo shunt), aunque hay quien lo prefiere (como Pekas, aunque con ciertas precauciones como utilizar un cordino el desbloqueo del shunt, poco conocido por muchos). El inconveniente de este sistema es que en caso de fuerte retención el autoblocante cuesta de liberar (por eso lo del cordino). Por otro lado si se rapela con un nudo dinámico este sistema ofrece mejor rendimiento, ya que el dinámico trabaja mejor cuando las cuerdas se encuentran paralelas, por lo que el dinámico se realiza en una mosquetón HMS en la cintura y se reenvía al sistema de autobloqueo.

Como he indicado lo habitual es colocarlo en parte superior con un fusible (con permiso de Pekas). Como indique al principio yo suelo utilizar un probador, en este caso me viene bien porque dispongo del mecanismo de autoseguro y el fusible de forma conjunta, además regular la altura del descensor es sencillo gracias a los bucles de la daisy. En las famosas ilustraciones de Petzl (en el catálogo) se utiliza una baga con un nudo en la parte central (gaza o ocho por seno) en la que por debajo del nudo se une el descensor y la gaza de encima se utiliza como autoseguro, es una buena solución pero no se regula tan fácilmente como el probador.

Existe un caso particular, los descesores con sistemas de autobloqueo incorporado (Gri-Gri, Stop, etc.), estos se unen directamente al arnés, pero por desgracia son mecanismos para descender en simple y eso no es lo habitual (Salvo en espeleología y en algunos casos en big wall, que no me olvido de vosotros).

Una vez hemos colocado el descensor NO nos soltamos del sistema de autoseguro, todavía no.

Aumentar la seguridad, el sistema autoblocante

El autoseguro sirve principalmente para bloquear el descenso en caso de soltarse involuntariamente la cuerda de las manos (por desprendimiento de piedras, resbalón, etc.). No es tontería, la misma cuerda con la que estamos rapelando puede provocar pequeños desprendimientos y aplicando un poco de física una piedra en caída libre nos puede hacer suficiente daño como para soltar la cuerda (aparte del acto reflejo al recibir el impacto) .

Además nos permite un mayor control ya que añade rozamiento al ya generado por el descensor.

Por otro lado son indispensables si se debe superar un trozo de cuerda lastimado o un nudo sorpresa.

Existen dos tipos de sistemas de bloqueo, los de cordinos o cinta y los mecánicos y:

Autoblocantes de cordinos y cintas: Existen bastantes nudos que permiten realizar esta función, entre ellos los más famosos son el Prussik, los machard y el bachman. El Prussik se ha utilizado mucho pero una vez muerde la cuerda cuesta de deshacer. El nudo que mejor resultado da es el Machard bidireccional (y la Prohaska para cinta): además si habéis decidido colocar el autoblocante encima del descensor si se une con dos mosquetones (uno en cada bucle) se puede recuperar fácilmente si lo hemos colocado demasiado arriba (fusible muy largo). Como he comentado existen más nudo, como el Alpewein, el valdostano, etc. pero son más complejos de realizar y recordar. Cuanto más sencillo mejor.

Sistemas mecánicos: Aquí encontramos el famoso Shunt (sustituto mecánico de los nudos Prussik y Machard), que por poco más de 30€ y unos 200g tenemos el mejor sistema autoblocante de cuerda jamás inventado, además funciona con cuerda doble y sencilla (ojo a los diámetros). Además se puede utilizar en multitud de maniobras más complejas (remonte por cuerdas, polipastos, técnicas de rescate, etc.). El shunt tiene la particularidad que si lo sueltas queda bloqueado y si lo acompañas desciendes, el riego esta en que en caso de caída no se debe agarrar (acto reflejo).

Siguiendo con la idea de colocarlo debajo, el autoblocante se coloca unido al anillo del arnés con un mosquetón de seguridad, vigilando en el caso de utilizar cordinos que la gaza del nudo quede a una distancia tal que impida que éste se meta en el dispositivo descensor (20cm aprox.).

Evitad colocar el descensor en la pernera como en algunas publicaciones se indica (hablo de cordinos evidentemente, el shunt seguro que lo colacas ahí) ya que la resistencia de la pernera nada tiene ver con el anillo ventral. Lo que si que podéis leer en algún sitio es la recomendación de añadir frenada al conjunto con un mosquetón colocado en la pernera, en si es una especie de reenvío. Este sistema se utiliza en rapeles con peso, pero dificulta las maniobras de bloqueo adicional (como el nudo de fuga), además el ángulo que forma con el sistema autoblocante no suele ser el más apropiado. Si se tiene que rapelar con peso existen otras alternativas (con el ocho utilizar el Vertaco, con las placas y tubos utilizar doble mosquetón, etc. y por supuesto descender con un shunt)

Cabe destacar que en el caso de descensor de cañones al rapelar por cascadas en función del caudal se debe valorar el uso del sistema autoblcoante por el riesgo que conllevaria poder quedar atrapado (parecido al problema de la formación del alondra sobre el ocho)

Preparados para descender, la colocación y el inicio del rapel

Ahora ya podríamos soltarnos del sistema de autoseguro, estamos asegurados a la cuerda de rapel por el autoblocanate, pero no tengamos prisa, primeros nos situamos cómodamente frente al anclaje, colocamos la mano más fuerte por debajo del sistema de autoseguro a la altura de la pierna para controlar la velocidad de descenso al abrir o cerrar más la mano alrededor de la cuerda, ahora si, soltamos el sistema de autoseguro y finalmente colocamos la segunda mano (mano guía) por encima del autoseguro o amarándolo (obligado en el shunt) para mejorar el equilibrio. Ya estamos listos para empezar a descender.

El inicio de los rapeles siempre suele ser igual, necesitamos estabilizarnos para colocar los pies sobre la pared, con las piernas ligeramente abiertas y semiflexionadas, inclinando el tronco hacia el exterior unos 25º para aumentar nuestra visibilidad y alejar nuestra cabeza de cualquier saliente (descender con casco).

Un caso especial es cuando nos encontramos ante un tramo volado al empezar, como un extraplomo, en este caso lo mejor es agacharse o sentarse mirando al vació en el borde y colgarse suavemente al tiempo que giramos hacia la pared (ojo con no atascar en el descensor el borde).

Descender

En función de las características del terreno el descenso lo realizaremos en contacto con la pared o volado (aéreo).

Al descender en contacto con la pared debemos colocar los pies como si caminásemos despacio hacia a atrás de forma continuada. El cuerpo debe estar cómodo, apoyado sobre la cadera sin estar excesivamente echado hacia atrás (ojo con lo volteos).

No se debe descender rápido (salvo en excepciones como en retiradas por tormentas, rescates, etc.). Los rápales rápidos producen un excesivo calentamiento, debido a que se disipa la energía de la fuerza de rozamiento en forma de calor, alcanzando altas temperaturas, que pueden producir quemaduras (peligro de soltar la cuerda, abrasión, etc.), el deterioro de las cuerdas y los dispositivos (Ojo al finalizar un rapel y coger el descensor). Por otro lado el descenso rápido puede producir la perdida de control en el descenso, siendo fácil que se produzca enganches involuntarios (ropa, pelo, etc.) y dificulte la detención al llegar a la parte final del descenso.

Tampoco de debe rapelar dando saltos, técnica más propia de militares y películas que de escaladores, esta práctica crea un sobreesfuerzo extra en los anclajes. Sólo es aplicable dar pequeños saltos, de 1m aprox., para evitar aplastamientos de las manos en bordes de desplomes y repisas.

Cuando se esta descendiendo debemos anticiparnos para evitar posibles rozamientos, condiciendo la cuerda y separándola de cantos y lazas.

Cuando perdemos el contacto con la pared descendemos en plan araña, volando de forma controlada, sentados sobre el arnés y sujetos con el tronco vertical sobre la mano guía. Es importante no empezar a dar vuelta sobre nosotros mismos, sobretodo para evitar roces de la cuerda.

A descender se debe evitar el rizamiento de la cuerdas. Las cuerdas se rizan porque al pasar la cuerda por un dispositivo se genera una torsión al cambiar de dirección, esta torsión produce el rizo. Los rizos hacen más dificultoso el descenso y la recuperación de cuerda. Además, si tenemos en cuenta que después de un rapel podemos seguir atacando una vía (Ej. descenso a una brecha, muy típico de escalada en crestas) tendremos serios problemas para asegurar a nuestro compañero. Los rizos lo podemos deshacer normalmente haciendo serpentear la cuerda, pero si no podemos proseguir tendremos que parar (con lo que ello implica) y desenredar las cuerdas.

Recordad que los tubos y las placas rizan menos porque tienden a mantener paralelas las cuerdas. El Ocho tiene más tendencia a formar rizos, aunque el rey es el nudo dinámico.

Gracias al sistema de autobloqueo podemos detenernos en un momento determinado durante el descenso. Hay quien sugiere como retención adicional realizar una vueltas con la cuerda de la mano de seguro a la pierna o bien realizar un nudo de fuga sobre descensor, ambas son útiles.

Final del descenso

Al finalizar el rapel el descensor corre mejor (disminuye el rozamiento causado por el peso de la cuerda) y la longitud de cuerda es mayor (al llegar al final de la cuerda, como estamos cargando nuestro peso esta chiclea más) por lo que al tocar suelo, lo primero que se debe hacer es autoasegurarse y no soltar repentinamente la cuerda (evitar apurar los rapeles para no tener sorpresas). No se debe retirar el descensor hasta que no se este autoasegurado.

Cuando nos encontremos autoasegurados y con todos los sistemas de rapel retirados anunciaremos a nuestros los compañeros con el típico ¡Libre! que ya pueden iniciar el descenso.

Una vez ha descendido el primero, este puede controlar la velocidad de descenso del compañero pudiendo llegar a detenerlo en caso necesario, sólo necesita tirar de los extremos de la cuerda (aumentamos el rozamiento de descensor).

De cara a la recuperación al rapelar el último puede ser buena idea colocar un mosquetón en el descensor para que actúe como separador de las cuerdas y evite el rizamiento facilitando la maniobra de recuperación.

Recuperar la cuerda

Una vez han descendido los miembros de la cordada y están debidamente autoasegurados, llega el momento de recuperar las cuerdas. Lo primero es deshacer los nudos de retención de los extremos. Para evitar problemas, el extremo de la cuerda que vamos a tirar es recomendable unirlo a la reunión (algunos escaladores han visto descender su cuerdas sin ellos, con el consiguiente dilema a la hora de descender)

Si se ha rapelado de una sola cuerda debemos tirar del cabo del lado de pared (salvo si se rapela de un químico o similar que no importa), pero si se ha rapelado con dos cuerdas unidas sólo se debe tirar de una de ellas, en este caso la que tiene el nudo antes del anclaje (el nudo no pasará por el anclaje). Como al rapelar con cuerdas unidas cada una es de un color, es tan sencillo como recordar el color que corresponde. La cuerda que se recupera por norma es la que esta más cerca de la pared, para evitar posibles empotramientos del nudo de unión.

La recuperación no tiene secreto, basta con ir tirando de una cuerda hasta que el otro extremo pase por el anclaje y simplemente caiga. El peligro esta en que durante la recuperación esta no quede encastada en ningún bloque o saliente. En este caso habrá que realizar tirones bruscos, hacer serpenteos, etc. para intentar recuperarla (esto puede llegar a ser desesperante).

Cuando se ha recuperado gran parte de la cuerda, el peso de esta hará que caiga por si sola. El que tira de la cuerda debe avisar con el típico ¡Cuerda! a los demás, tal y como se hace en deportiva, para evitar dañar a nadie (Ojo que a veces a la cuerda le acompaña alguna piedra suelta, trozos de hielo, etc.).

Fin de la maniobra, ¿o no?

Si nuestro rapel nos ha dejado en una zona que podemos abandonar andando, sólo nos resta guardar el material pero si debemos seguir rapelando repetiremos nuevamente la secuencia descrita. En este caso durante la recuperación podemos ir pasando la cuerda por el anclaje mientras la vamos recuperando para ganar tiempo.

Una vez se automatiza este proceso, el descenso es una maniobra rápida pero que debe ser ejecutada de forma correcta por el riesgo que implica.

Dispositivos y evolución

Frecuente se habla del rapel en el foro de la web, pero lo que me ha motivado a escribir sobre esta técnica es ciertas temeridades que he observado últimamente cuando he salido a escalar.

Intentaré desde mi experiencia y conocimientos poner un poco de orden y describir los aspectos principales de esta técnica. He creido oportuno dividir en 4 artículos:

1-Dispositivos y evolución

2-Anclajes

3-Tecnica de descenso

4-Maniobras especiales

Aquí teneis el primero:

Un poco de história ...

Rapel, del francés rappel, es una técnica de descenso que se utiliza cuando el terreno es demasiado vertical o difícil para desgrimparlo (generalmente a partir de III o IV grado).

Fue inventada hace más de 120 años. En 1876 el francés Jean Charlet Straton realizó el primer rappel descendiendo en los Alpes.

El vocablo rappel significa en francés llamada. El nombre se debe a que cuando finalizamos el descenso se recupera la cuerda tirando de uno de los extremos, de esta forma llamamos la cuerda hacia nosotros.

El rapel es una técnica amplimanete extendida entre excursionistas, alpinistas, escaladores, espeleologos, barranquistas y otras disciplinas. Incluso ciertas empresas de deportes de aventura ofrecen descensos en rapel como actividades lúdicas. El rapel también es utilizado en rescates, trabajos verticales y en operaciones militares.

DISPOSITIVOS DE RAPPEL

El principio básico del rapel reside en la disminución de la velocidad de descenso gracias a la fricción ejercida por la cuerda sobre una superfície que permite un descenso controlado. La fricción se puede generar básciamente mediante rozamiento con sobre el cuerpo del alpinista o mediante dispositivos mecánicos.

Como sistema de seguridad se utilizan sistemas autodetención (nudos autoblocantes o sistemas mecanicos) que añaden más rozamineto.

Friccion sobre el cuerpo

Estos fueron los primeros métodos utilizados hasta la llegada del famoso ocho que revolución esta técnica. Actualmente estas técnicas estan totalmente desaconsejadas, aunque pueden ser útil conocerlas como método de fortuna

1-Rapel de brazo: Ideado para el descenso por paredes de poca verticalidad. Se realiza colocando la cuerda sobre el hombro para pasarla alrededor de los brazos extendidos controlando la velocidad con el agarre de la mano y por la fricción entre los hombros y los brazos.

2-Sistema Dülfer, Español o en S: Inventado por el mítico alpinista alemán Hans Dülfer. Consiste en pasar la cuerda entre las piernas, volviendo por delante del pecho y acando en la espalda pasando por encima del hombro contrario. Este sistema estropea la vestimenta, sobretodo si es fina y sin refuerzos (se solia utilizar trozos de cuero adicionales como refuerzo), y puede representar peligro de quemaduras en la piel si el rapel es demasiado rápido.

3-El sistema Comici (comichi), o italiano: Llamado así en memoria del famoso escalador italiano Emilio Comici, quien muriera al efectuar este tipo de rappel, es una variante del sistema Dülfer en la que se sustituye el paso de la cuerda entre las piernas por el paso por un mosquetón en el arnés, y posteriormente se pasa la cuerda por el hombro y finalmente por la espalda (en si es un método mixto de rozamiento al cuerpo y sobre dispositivo).

4-Otros sistemas existentes son el sajon, el del muslo, etc.

Friccion sobre dispositivos

La fricción sobre el cuerpo es sustituida por la fricción sobre una sistema mecánico que puede ser desde un sencillo mosquetón hasta los específicos descensores de poleas (dreslers) usados en espeleologia y big Wall.

1-Mosquetones: En si actualmente constituyen un método de fortuna. Básicamente podemos diferenciar:

a) Sistema de fricción sobre 1 mosqueton: Sólo es necesario un mosquetón del tipo HMS unido al arnés.

En este caso tenemos el sistema de las vueltas sobre el mosquetón (actualmente en deshuso) y el archiconocido nudo dinámico.

Vueltas sobre un mosquetón: Es un método sencillo, basta con rodear un mosquetón con un mínimo de 2 vueltas. Este es un método peligroso pués se priduce poca fricción (rápel rápido, ojo en el descenso con peso o volado). Personalmente aprendí a rapelar, junto al que hoy dia es mi compañero de cordada, con este método. Lo cierto es que teniamos 12 años y eramos muy avenetureros, pesabamos poco y eramos un poco insensatos (pero hicimos muchísmos rapeles, volados, en placas, etc).

Nudo dinámico: Este es el método de fortuna de rapel por excelencia (perdida de descensor, etc). Se tiene que realizar sobre un mosquetón HMS vigilando que la leva con seguro se mantenga lejor de cuerda de seguro para evitar aberturas accidentales.

Se ha dado casos en los que por desconocimiento no se ha realizado correctamente el nudo dinámico y se ha descendido con el sistema anterior de vueltas (más peligroso).

En cuanto al descenso con nudo dinámico se debe tener en cuenta que riza bastante la cuerda, además el nudo dinámico cuando trabaja correctamente es cuando las cuerdas estan paralelas, no en extensión (180º). Para lograr esto se puede realizar un reenvio sobre el un sistema de autobloqueo.

El dináico ofrece mucho más juego de lo que parece a priori ya que puede convertirse en un sistema de ascenso mediante un mosqueton adicional (nudo REMY)

b) Sistema de fricción sobre varios mosquetones

Estos montajes suelen usarse poco ya que son dificiles de recordar. En los manuales se suelen explicar como métodos de fortuna, al igual que el nudo dinámico pero estos sistemas rizan menos la cuerda y se puede regular el fricción.

El montaje consiste en colocar 2 mosquetones contrapeados(levas opuestas), unidos a un mosquetón de seguro de nuestro arnés, por los que se pasa un bucle de la cuerda. Se chapan 2 mosquetones (esta vez con las levas en el mismo sentido) al bucle y a la cuerda que viene por arriba y se hacen encajar horizontalmente con los otros 2 mosquetones

En función del número de mosquetones que coloquemos en horizontal tendremos mayor rozamiento.

Existe una variante de este método, también utilizado como medio de fortuna en la que se sustituye el mosquetón horizontal por un clavo en V (en V porque la forma redondeada no lastima la cuerda como el canto de un universal o una U). Este método también se utiliza para rapelar por cuerdas en tensión.

2-Ocho

El Ocho es el rey del rapel, ¿quien no ha rapelado con Ocho?. Sólo hay que ver la extensa oferta de modelos del mercado, los hay de todos los colores y por extraño que parezca hay multitud de formas (grandes, pequeños, con orejas, cuadrados, curvados, etc). (vid. imagen 4)

El riesgo de este dispositivo es la formación del temido nudo de alondra, que una vez formado bajo tensión no se puede deshacer (es especialmente peligroso en descenso de cañones en cascadas, por el riego de ahogo). Para evitar la formación de este existen modelos con orejas y otras formas, aunque el sistema clásico de pasar la cuerda por el mosqueton de seguridad que une el ocho al arnés evita el problema.

El ocho suele ofrecer poca fricción, por lo que al rapelar en cuerdas simples de menor diámetro son preferibles los más pequeños y un poco angulados (mayor contacto pero la rizan más la cuerda). Una forma de aumentar la fricción es con el llamado Vertaco, que consiste en pasar la cuerda por demante del ocho volverlo a pasar por el nudo de seguridad.

En alpinismo cuando las cuerdas estan heladas, los ochos grandes suelen ofrecer una buena solución.

Este dispotivo ofrece mucho juego ya que se puede utilizar como sistema de conversión de descensor/ascensor con un método llamado ocho a la italiana, y además se puede utilizar para realizar un rapel por cuerda doble bajo tensión. También puede ser utilizado como una placa para asegurar usando el agujero pequeño.

3-Sistemas de aseguramiento: Placas, Tubos y Sistemas automáticos

Los nuevos diseños de sistemas de aseguramiento estan robando protagonismo al ocho, especialmente en pared. Desde los Gri-Gris, SUM, etc. a las placas REVERSO, ATC, MAGIC, GI-GI, etc. hasta los sistemas de autoaseguramiento en solitario. El echo de disponer un disotivo para asegurar y descender es una garantia (menos peso y menos dispositivos a transportar).

Las placas y los tubos suelen ofrecer poca fricción por lo que se deben usar con una sistema de bloqueo. Los sistemas automáticos al ser autoblcoantes no requieren bloqueo adicional (gri-gri, sum, etc).

En función del dispositivo tendremos ciertas limitaciones, como la necesidad de rapelar en simple o utilizar un sistema adicional de autoseguro, etc.

4-Otros dispositivos

Aquí tenemos algunos de los sistemas de rapel más utilizados como los famosos dreslers o Racks utilizados por los espeleólogos y los big walleros. También los utilizan los cuerpos de rescate.

Existe un tipo de dispositivo que se utiliza de forma auxiliar, propiamente no es para rapelar sino para autoasegurarse. En este caso tenemos el Shunt, la Microcender, etc y sus homólogos nudos autoblocantes. Sobre este tipo de dispositivo auxiliar seguiremos hablando en los futuros artículos ya que es fundamental como sistema de seguridad.

Anclajes

El anclaje es el elemento más importante del sistema de rapel. Siempre se debe exigir a un anclaje para rapelar que sea resistente y fiable, ya que una vez iniciada la maniobra el escalador depende de él (normalmente suelen exisitir pocas posibilidades de reajuste).

A ser posible un buen anclaje debe estar lo más cerca posible de la linea de rapel, sobre la vertical, para aprovecha el máximo de longitud de la cuerda, recuparar de forma más sencilla y evitar la posible caida de piedras sueltas.

Anclajes naturales

En función de la morfologia del terreno (roca, hielo, nieve, etc) exisiten multitud de posibilidades de montaje.

Como norma se suele utilizar una cinta de anudada/cosida o un cordino de min 150cm y un mosqueton con seguro o un mallol (si se va a abandonar). En ocasiones podemos encontrar una cinta o cordino ya laceado pero inicalmente deberiamos desconfiar (deterioro, desgaste por los elementos, etc)

Los anclajes naturales más habituales suelen ser árboles, lajas, agujas y bloques pero la morfologia del terreno puede brindarnos numerosas posibilidades.

En ocasiones un anclaje natural puede ser más resistente que un anclaje colocado por nosotros mismos, pero los anclaje naturales no llevan estampada la resistencia en KN.

Es importante prestar especial atención al estado de elemento natural, todos sabemos reconocer un árbol recio y bien enraizado (espero), pero los arboles pequeños en repisas, los arbustos (las famosas sabinas), las lajas de las crestas, ciertos puentes de roca, los bloques empotrados, el estado de la nieve, la solidez del hielo, etc., pueden engañarnos. Como noma siempre se debe verificar la solidez de este tipo de anclajes, dando tirones, empujando, cargando peso y sobretodo observando. En numerosas ocasiones veremos grandes bloques encastados que ni podriamos mover, pero tras ellos grietas o endiduras nos indican que seamos desconfiados. En caso de duda es mejor buscar alternativas o si no es posible reforzar el anclaje. Estas verificaciones ni decir tiene que se han de realizar antes de instalar nada, sino corremos el peligro de perder nuestro material.

Un caso especial son las setas de nieve y hielo que a priori suelen generar desconfianza, pero que pueden resultar en ciertas situaciones la única alternativa.

Los anclajes naturales se suelen lacear rodeandolos en simple y atando sus extremos si disponemos de cordinos y cintas no cosidas (recordad realizar correctamente los nudos de unión, doble pescado para cordinos y nudo cinta para las cintas) o en doble formando un alondra o un tanka.

En aclajes naturales también se debe prestar especial atención al posible brazo de palanca creado por la colocación de la cinta (sobretodo en arboles y lajas) y la posibilidad de escapes en bloques empotrados. En ciertas ocasiones puede ser interesante no colar el anclaje en la parte más baja, para evitar rozamientos.

Si se debe rapelar en grupo, una buena opción es reforzar el anclaje y el último en rapelar, si la cosa pinta bien, rapela desde el anclaje natural sólido.

Anclajes artificiales

Básicamente podemos diferenciar 2 tipos de anclajes, los que encontramos previamente instalados (rutas clásicas o muy repetidas) o los que colocamos nosotros mismos en el momento de descender.

Elementos preinstalados

Aquí podemos encontrar de todo, desde las magníficas instalaciones con anillas para rapelar hasta la mayor de las chapuzas imaginables (cables retorcido con dios sabe que, etc).

Los mejores evidentemente son esas magnificas instalaciones con anillas especificas para rapelar, si tienen 2 anillas mejor, ya que es mas facil recuperar las cuerdas al quedar paralelas a la pared evitando rozamiento.

Lo que si se debe evistar es rapelar directamente de un parabolt o un espit ya que el canto de las chapas no esta diseñado para rapelar, la cuerda quedaria zizallada y se genera una alta fricción al recuperarla, mejor un mallol o un cordino (aunque este último no es tan recomendable). Otra cosa muy distinta son los químicos, cuya seccion en más parecida a un mosqueton y evitan los problemas comentados, aunque si son dos mejor que mejor.

Otro elemento a considerar son los equipamientos de vias ferratas, se podria realizar un rapel desde un escalon o uno de los anclaje de la linea de vida (ojo a las colas de cerdo), aunque si el rapel esta previsto seguro que habra algo preparado.

Incluso podemos considerar aquí algunos monumentos, cruces, estatuillas, etc. un claro ejemplo lo tenemos en el Diente entre otros.

Por último desconfiar a priori de fisureros, friends, clavos, etc que otros abandonaron por no poder recuperar, seguro que otros los han intentado recuperar posteriormente. Además desconocemos el tiempo que llevan allí abandonados.

Instalación de anclajes

El elemento habitual suelen ser los clavos, entre otras cosas porque los friends se suelen reservar (sobretodo por el precio aunque hay de situaciones a situaciones) y los fisureros se suele relegar hasta cuando no hay otra opción.

En hielo, los avalakovs son los reyes (lo digo en plural porque lo optimo es equalizar un par de ellos), ya que las alternativas son los tornillos de hielo.

En el caso de la nieve, hay más variedad, anclas, piolets y otros tantos enterrados. El piolet enterrado suele ser un medio de fortuna para escapes, ya que perderiamos una herramienta que luego podemos necesitar. Un caso práctico suele ser enterrar una bolsa con nieve compacta (bolsa biodegradable por el tema ecologico y resistente por nuestra seguridad, una buena opción son las del corte inglés) o una botella de agua. Realizando un curso de alpinismo rapelamos con una boetta de agua de 0.5L, increible y lo mejor es que intentamos arrancarla a tirones y costó una barbaridad, eso si la enterramos como dios manda.

Tomado de: madteam.net